Barracas
Paredes electrificadas e incendios por cortocircuitos son algunos de los problemas habituales con los que conviven los vecinos de la Villa 21-24, del sur de Capital Federal, donde vecinos reclaman desde al menos una década que se solucione el grave problema que sufre el barrio, por el que ya hubo varios accidentes y muertes por electrocución.
La 21-24 comprende los barrios de Barracas, Nueva Pompeya y Parque Patricios, tiene casi 50 mil habitantes y continúa incrementando su población, lo que conlleva un crecimiento en las construcciones y en el requerimiento de servicios básicos de los que no disponen.
En una recorrida por el asentamiento más grande de la Ciudad de Buenos Aires no se observan postes de luz en las condiciones que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) establece como “seguras” y que, entre otras pautas, indica que no puede ocuparse más de 3% de la superficie del poste con cables. “No hay ninguno derecho, están todos torcidos, los que todavía están en pie”, expresa Sandra (quien pidió reserva del apellido) mientras cierra la puerta de su casa para ir a trabajar y cuenta: “Es el drama de mi vida, me voy por ocho horas y no sé si cuando vuelvo mi casa está a salvo”.
Este no es el único fenómeno, ya que cerca de las vías, por donde cuatro veces por día pasa un tren carguero, hay cables de media tensión que cuelgan a escasos centímetros de las formaciones. “Un tren puede ‘llevarse puesto’ esos cables en cualquier momento. Es un peligro, pero es con lo que convivimos desde siempre”, afirmó Lucas, de 25 años. Incluso, existen cables de media tensión que pasan por adentro de los hogares o postes de distribución de electricidad que quedaron en patios de casas o se apoyan sobre las viviendas, además de transformadores móviles que, según los vecinos, se incendian “cada dos por tres”.
Fuente: diariopopular.com.ar