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En el marco de una serie de iniciativas de relevancia que quedaron en segundo plano ante el impacto del coronavirus en la Argentina, las nuevas autoridades del Hospital Garrahan iniciaron un sumario interno para que se investiguen presuntas «irregularidades» en el uso de las tarjetas corporativas por parte del ex presidente del Consejo de Administración Carlos Kambourian, designado por la gestión de Mauricio Macri; y también pidieron determinar si durante su mandato realizó un uso particular «indebido» de una unidad de traslado.
Se trata de una de las primeras decisiones administrativas que toma la nueva cúpula, que tomó posesión el mes pasado en el hospital, inaugurado el 25 de agosto de 1987 y cuyas autoridades son elegidas en función de la participación presupuestaria: cuatro de los miembros del Consejo -incluido el presidente- representan a Nación -y son elegidos por el Ejecutivo- que aporta el 80 por ciento de los fondos; y uno a la Ciudad de Buenos Aires (provee el 20%), designado por el jefe de Gobierno.
La decisión de la cúpula va en sintonía con una denuncia que el año pasado realizaron los delegados del gremio de UPCN del hospital, quienes mantuvieron un fuerte enfrentamiento con la administración Kambourian y días atrás volvieron a la carga para impulsar la apertura de una investigación.
En rigor, la investigación interna comprende dos expedientes, firmados el 2 y 3 de marzo, por el nuevo titular del Consejo, Guillermo González Prieto; y el resto de sus miembros: los doctores Aldo Haimovich, Oscar Julio Trotta, Oscar Pérez y Analía Stasi.
«Se han detectado ciertas irregularidades en el procedimiento de rendición y control de gastos y en el mecanismo de aprobación de resúmenes mensuales, así como también en las órdenes de pago y efectivización de desembolsos, desde su implementación hasta el cese de las mismas en enero de 2020», precisa el expediente en el que el Consejo de Administración le ordena a la Dirección de Asuntos Jurídicos del organismo para que «se proceda a iniciar un sumario administrativo a fin de determinar la configuración de dichas irregularidades, en relación al uso particular de las tarjetas corporativas». Es el paso previo formal que se debe cumplir previo a la presentación de una denuncia penal.
Por otro lado, con el memo número 21, las autoridades dan cuenta de «posibles irregularidades en el uso de la unidad de traslado marca Citroen Berlingo dominio AB 928 OP por parte del ex presidente del Consejo de Administración, Carlos Kambourian entre los meses de enero de 2018 y diciembre de 2019».
Puntualmente, precisa que el funcionario le dio «un uso particular» de la unidad «tanto para el traslado diario desde y hacia su domicilio a más de 40 km, carga de combustible y mantención del vehículo con fondos del erario del hospital no asignado a dicha cuestión, manejo de la unidad y uso indebido del móvil por parte de personas ajenas a la institución».
En la nota se especifica otra irregularidad: señalan el «incumplimento de pago de numerosas infracciones de tránsito tanto en CABA como en la zona norte de la provincia de Buenos Aires».
En Ciudad, el vehículo adeuda a la fecha 35.310 pesos, mientras que en provincia el saldo es de $18.927.
En cuanto a las tarjetas corporativas, uno de los documentos que acompaña el sumario indica que «la competencia de aprobación de gastos y ejecución de desembolsos no se adecuaba a las reglamentaciones y regímenes específicos, los cuales están regidos por la Ley de Administración Financiera». El cálculo, según ese informe, es que hubo «un incumplimiento asociado a las tarjetas corporativas por alrededor de un millón de pesos». La mayoría, remarca, obedece a excedentes en los consumos de Kambourian.
«Los gastos aprobados por el mismo presidente, cuando han sido relacionados a gastos en gastronomía de alto nivel, entre otros, no pueden ser considerados adecuados en el marco del funcionamiento de un hospital pediátrico público, que tiene su misión y funciones en torno a la asistencia de niños, niñas y adolescentes, en su mayoría provenientes de familias con carencias múltiples, incluyendo las alimentarias», completa el informe.
A este sumario se le sumó un nuevo pedido del gremio de los estatales de UPCN, que en medio de la crisis por el coronaviruse, pasado martes, repudió «la herencia recibida» tras la gestión de Kambourian, a quien le apuntan por lo mismo que consta en los sumarios.
En un comunicado, los delegados apuntaron que «hizo uso y abuso de una tarjeta corporativa para realizar gastos personales, como si el hospital fuese su coto privado, pagando ‘cenas en restaurantes carísimos’, ‘viajes al exterior’, ‘compras privadas’, ‘nafta de sus coches’ y otros gastos de miles y miles de pesos que para nada beneficiaban al hospital».
Y agrega que también «hizo uso de una camioneta de propiedad del Hospital Garrahan para uso personal (no oficial) durante dos años dejando una altísima cifra de multas por pagar».
El secretario general en el Garrahan, Horacio Cairone; amplió en diálogo con Clarín: «En la historia del hospital, en 33 años, nunca existió el uso de una tarjeta corporativa. Sólo la gestión anterior implementó el sistema de tarjeta, que se suponia que era utilizada para cuestiones institucionales».
En efecto, las tarjetas corporativas del Banco Ciudad se tramitaron en 2018, para cubrir “gastos de representación, gastos operativos de oficinas, actividades protocolares y movilidad”, a partir del expediente 2363/2017 y por impulso de las anteriores autoridades, incluido Kambourian. Se estipuló un límite por un monto mensual de 30 mil pesos para cada tarjeta que, según el sumario, no se cumplió.
En ese sentido, Clarín accedió al resumen de gastos de la tarjeta asignada a Kambourian que integra el sumario y pudo constatar algunas de las compras a las que alude el gremio, como consumos regulares en supermercados y restoranes de renombre, además de pagos realizados el exterior. Aunque en el mismo -y tampoco en el sumario- se especifican las circunstancias, son marcadas como operaciones «observadas», a diferencia de otras que fueron consideradas válidas.
Sin embargo, ante la consulta de Clarín, Kambourian evitó hacer aclaraciones, pero se mostró «tranquilo». «No tengo nada para decir, no he hecho uso inadecuado de nada de lo que tiene que ver con el hospital. Si hicieron sumario, me citarán y daré las explicaciones», sostuvo el reconocido médico, que en los últimos días se dedicó a analizar el avance del coronavirus. En esa línea, el ex funcionario dijo no haber sido notificado «de ningún sumario».
«El gremio debería dedicarse a cuidar a los trabajadores. Son los mismos que me rompieron la puerta de la oficina, entonces no les voy a dar ningún tipo de importancia y no tengo nada para decir. Me sigo dedicando a la pandemia que es más importante», agregó Kambourian, en relación al violento hecho de septiembre pasado, en el que un grupo de gremialistas ingresaron a las patadas a su oficina.
Cairone, por su parte, rechazó que haya cuestiones partidarias en la denuncia: «De ninguna forma estamos planteando algo ideológico o partidario. Simplemente pensamos en la salud de la población infantil y por eso lo denunciamos. Lo hicimos cuando él era el director y lo reafirmamos ahora», concluyó.
Fuente: clarin.com