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El fiscal José María Campagnoli recibió en el salón Montevideo de la Legislatura porteña la distinción como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Fue durante un acto encabezado por el Vicepresidente I del Cuerpo, Cristian Ritondo y el legislador Gustavo Vera, autores del proyecto.
Camoagnoli había sido declarado Ciudadano Ilustre el 5 de junio de este año cuando se convirtió en ley un proyecto presentado por los diputados Ritondo y Vera. La ley 4993 sancionada por el cuerpo legislativo porteño otorgó la distinción, que sólo pueden recibirla un máximo de diez personas por año.
Campagnoli se encontraba suspendido en sus funciones por mal desempeño en la investigación de las supuestas maniobras de lavado de dinero del empresario Lázaro Báez. El 17 de junio se inició el proceso de su enjuiciamiento promovido por la Procuradora Alejandra Gils Carbó, pero un mes más tarde fue restablecido en su cargo, aunque sin su equipo de trabajo completo.
Al respecto, Ritondo manifestó que se juntaron 100 mil firmas para distinguirlo: «La solicitud rompió todos los muros y superó cualquier tipo de escollo, porque era justa y es de alguna forma, la manera que como representantes de los vecinos de la ciudad tenemos de devolverle lo que le han sustraído». «Al tiempo de declararlo Ciudadano Ilustre, levantamos nuestra voz para decirle al poder judicial que actúe con la imparcialidad y la improbidad con que deben hacerlo los jueces cuando están dispuestos a combatir la injusticia», finalizó.
Por su parte, el diputado Vera resaltó la trayectoria del fiscal, en la que sentó precedente en muchas causas sobre corrupción y «a las figuras de peso a las que tuvo que enfrentar». También destacó que «necesitamos fiscales independientes que no tengan miedo de enfrentar al poder».
«Este reconocimiento es muy importante para mí y me llena de emoción. Cristaliza el apoyo de la gente que me dieron fuerza durante este proceso», expresó Campagnoli. Además el fiscal agradeció a su equipo de trabajo a quienes consideró «fundamentales en todas las investigaciones». Finalmente Campagnoli dijo sentirse «entusiasmado por volver a mi trabajo y por lo que yo creo fundamental que es la lucha por la justicia independiente».
Participaron del reconocimiento los diputados Jorge Garayalde, Raquel Herrero, Carmen Polledo, Cecilia de la Torre, Victoria Roldán Méndez y Héctor Huici, además de colegas y equipo de trabajo del fiscal Campagnoli, junto a familiares del homenajeado.
Algunos casos investigados por Campagnoli
En 1997, Campagnoli fue el encargado de investigar y acusar al concejal porteño y presidente del Concejo Deliberante José Manuel Pico por delitos de corrupción, más precisamente por haber cometido 542 estafas. Pico fue finalmente condenado a 14 años de prisión por defraudaciones, asociación ilícita y enriquecimiento ilícito.
En otra mega investigación impulsada por su fiscalía sobre prostíbulos, Campagnoli mandó a juicio oral a 15 oficiales jefes de la policía por amparar la prostitución. A fines de la década del ´90, investigó redes de tratantes y proxenetas vinculadas a Raúl Martins, ex agente de la SIDE, que decide huir a México acorralado por las investigaciones de Campagnoli.
En 1999 se integra al grupo de fiscales que inician la prueba piloto de una oficina descentralizada de fiscales en el barrio de Saavedra. La experiencia exitosa da pie a la ley que institucionaliza las Fiscalías de Distrito, sancionada en el año 2003.
Como titular de la Fiscalía de Saavedra debió investigar la muerte de una madre y su hija al incendiarse el auto en el cual viajaban luego de ser embestido en la parte trasera por Sebastián Cabello, cuando corría picadas conduciendo un auto especialmente preparado para tal fin. Cabello fue condenado a 12 años de prisión y el fallo sentó un precedente, pues por primera vez se consideró como homicidio doloso correr picadas en la vía pública con un auto adaptado para alcanzar altas velocidades.
En 2003, Campagnoli es convocado por su colega Norberto Quantin, quien había sido designado por el ministro de Justicia y Seguridad Gustavo Beliz como secretario de Seguridad Interior para ejercer el rol de Subsecretario de Seguridad y Protección Civil. Otorgada la licencia en su puesto de fiscal, asume el cargo en junio del 2003 hasta su renuncia en julio de 2004.
Al frente de la Subsecretaría de Seguridad y Protección Civil tuvo que afrontar diversos casos de relevancia pública. Tal vez la más notoria fue la toma de la comisaría del barrio de La Boca, ocurrida cuando un grupo de dirigentes sociales indignados por la muerte de un compañero que militaba en ese barrio, bajo la sospecha de que la policía había liberado la zona para que el asesinato ocurriera, protestaron y ocuparon la comisaría, tomando de rehenes a algunos de los policías presentes. Anoticiado del suceso, Campagnoli se presentó en el lugar en carácter de Subsecretario y condujo la negociación con los ocupantes de la dependencia policial, principalmente con el dirigente piquetero Luis D’Elia, que asumía un rol de referente en la toma.
Como un logro destacado de su gestión, Campagnoli resalta que frente a la gran cantidad de robos de automóviles seguidos de muerte, se logró una disminución significativa de esos hechos, a partir de procedimientos coordinados sobre los desarmaderos de la calle Warnes. El sistema implementado, denominado Plan de Vigencia de la Ley o Bloque de Legalidad, consistía en articular la actuación conjunta de diversas agencias gubernamentales como AFIP, Bromatología y la propia Subsecretaría. Estos procedimientos iban a generar numerosas causas judiciales, muchas de las cuales terminaron con condenas para los imputados.