Hace dos años los teatros independientes de la Ciudad de Buenos Aires lograron la aprobación en la Legislatura de una ley que les permitía comenzar a funcionar con el trámite de habilitación iniciado. Sin embargo, desde el Ejecutivo porteño, a través de su Agencia Gubernamental de Control (AGC), intentan ahora derogarla agregando dos artículos de manera casi encubierta en la Ley de Centros Culturales, que podría tratarse antes de fin de año. La Retaguardia dialogó con Claudio Gorenman, abogado e impulsor del Centro Cultural Matienzo, sobre las consecuencias de esta situación.
A partir de la Ley de Teatro Independiente la realidad para estos espacios fue más favorable: “al contrario de los centros culturales que no tienen ley, hasta ahora para abrir un teatro independiente tenés que contratar un arquitecto que tiene que hacer los planos habilitatorios, tenés que hacer algunas encomiendas, tenés que ir a un escribano, juntar algunos papeles si tu sala está en condiciones obviamente, tenés la posibilidad de ir a ProTeatro y pedir que te inscriban para poder eximirte de pagar el impuesto a la habilitación, que se llama timbrado, y con todo eso presentás los papeles, te dan una planchetita de inicio de trámite y con eso ya se le permite a los teatros funcionar”, explicó Claudio Gorenman, abogado e integrante del Centro Cultural Matienzo.
Con la Ley de Centros Culturales que está próxima a debatirse en el recinto de la Legislatura esta situación puede cambiar a partir de la inclusión prácticamente encubierta de dos nuevos artículos: “esta ley estaba redactada de una manera y dos días antes de la votación volvió el proyecto del Ejecutivo luego de la intervención de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) con dos artículos agregados que no tienen nada que ver con esta norma, que directamente derogan una parte de la Ley de Teatros Independientes. Es decir, se derogaría este permiso para poder funcionar con el inicio de trámite y los teatros van a tener que esperar una inspección de la AGC, que puede tardar un mes, dos meses, un año, no sabemos. El gran problema más allá del contenido que podemos charlarlo y decir que capaz sirve para una u otra cosa, el problema es la forma, vos no podés sacar una ley que afecta a un sector tan importante y tan representativo de la Ciudad de Buenos Aires como es el teatro independiente que tiene dos organizaciones de mucho renombre que realmente vienen trabajando para los derechos de los teatros independientes y cambiarles el panorama sin siquiera sentarlos en la mesa y preguntarles qué opinan, no es la manera de hacer política hoy, no es la manera de comunicarlo, de reconocer a los actores legítimos de una actividad”.
En este marco, Gorenman agregó: “lamentablemente esto es lo que está sucediendo, la forma en que esto ocurrió nos afecta particularmente porque nosotros desde Cultura Unida estamos tratando de generar una instancia de frente común con todas las organizaciones culturales que tienen grandes desafíos en la Ciudad de Buenos Aires y la idea es justamente unir fuerzas para defendernos entre todos. Que dentro de la Ley de Centros Culturales traten de meter algo que perjudica a los teatros es algo que nos parece gravísimo. Es otra de las grandes cuestiones que está afectando y por la que estamos sumamente preocupados, porque desde los centros culturales estamos haciendo una campaña enorme desde hace un año para aprobar esta ley, para que realmente cambie nuestra realidad. Los teatros independientes realmente trabajan muchísimo desde Artei (Asociación Argentina del Teatro Independiente) y Escena (Espacios Escénicos Autónomos) para proteger no solo la actividad teatral sino también fomentarla; hay mucho sectores como La Cultura no se Clausura y Potencia Unida que se juntan permanentemente para que cesen las clausuras y a tan poco tiempo de votar una ley que realmente va a ser un cambio significativo, con el compromiso de los representes del PRO de votarla, le hacen cambios que la desnaturalizan completamente”.
La nueva ley
La Ley de Centros Culturales -que cuenta tanto con apoyos como también con rechazos por parte de distintas organizaciones que agrupa a los espacios culturales- no fue tratada finalmente como estaba previsto en la maratónica sesión legislativa del jueves 11 de diciembre. De todos modos, ese día se llevó adelante una intervención artística, donde no estuvieron únicamente los teatros, los centros culturales, sino también los artistas de la vía pública, productores, gestores, hacedores de cultura y el público: “todos manifestándonos no solo por los derechos de los teatros, centros culturales, y artistas callejeros, sino porque cambie la política cultural de la Ciudad de Buenos Aires y se le dé otro lugar a la cultura independiente y autogestiva que se la tiene sumamente rezagada, y que con lo poco que tiene está haciendo grandes cosas y la idea es que pueda continuar haciéndola”, especificó Gorenman.
Esta intervención seguramente se reiterará el jueves 18 de diciembre, día en que los legisladores podrían tratar esta Ley de Centros Culturales en sesiones extraordinarias.