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El proyecto de transformación del Autódromo porteño está cada vez más cerca de cumplirse. Ayer, la Comisión de Presupuesto de la Legislatura dio dictamen favorable a la propuesta del Gobierno de la Ciudad de renovar el complejo ubicado en Villa Riachuelo y, con el visto bueno de la comisión de Desarrollo Económico obtenido en el paso anterior, el próxima escenario para tratar el tema será el recinto, donde necesitará dos tercios de los votos.
La recuperación integral del terreno de 160 hectáreas, que en la actualidad luce deteriorado y casi abandonado, se viene analizando desde fines de 2013, cobró fuerza el año pasado y, pese a las críticas de dirigentes opositores, sigue tomando forma. ¿Cuál es el plan del Ejecutivo porteño? Cederlo en concesión a empresas privadas por 30 años, relanzando la actividad deportiva y dándole un desarrollo más comercial con la incorporación de un hotel de lujo, un museo temático, un helipuerto y locales gastronómicos, entre otras instalaciones. Además, los que vayan a administrar el predio después de que se lleve a cabo una licitación, tendrán la misión de recuperar la pista y las tribunas.
Para la puesta a punto integral del autódromo Oscar y Juan Gálvez será necesaria la inversión de 50 millones de dólares del sector privado. Una de las grandes expectativas es que el complejo vuelva a ser la catedral del automovilismo y del motociclismo, con la intención de ser sede de competencias de la Fórmula 1. Además, buscan impulsar la zona sur de la Capital, en paralelo con la ejecución de la Villa Olímpica, la terminal de ómnibus de larga distancia y el polo logístico de cargas, entre otras obras.