Las campanas para reciclar no obtuvo los resultados esperados

El sistema de campanas para reciclar no obtuvo los resultados esperados. Botellas en el piso, contenedores vandalizados, bolsas que desbordan, mal olor y recolección deficiente son algunos de los problemas que denuncian los vecinos a diario. Por eso, desde el Gobierno porteño estudian rediseñar el sistema para fomentar el reciclado y reducir la cantidad de basura que se envía a los rellenos sanitarios.

Según le confirmó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, a La Nación, se redistribuirán las campanas verdes, que son las que manejan las cooperativas de cartoneras, y se dispondrán menos en los lugares donde hay mayor concentración de población (allí habrá sistema de recolección puerta a puerta), en tanto que se repartirán más campanas en las zonas de densidad baja. En la actualidad, la Ciudad cuenta con 28.000 contenedores distribuidos en todas las comunas, entre negros y verdes.

En 2012 se creó un circuito formal de recuperación de basura, integrado por 12 cooperativas que son responsables de reciclar tanto el material depositado en las campanas verdes como el que fue separado en los domicilios por los vecinos. Este año, la Ciudad debe llamar a una nueva licitación para las cooperativas, ya que vence el actual contrato. El presupuesto que tiene el circuito para funcionar durante el vigente año es de $675 millones de pesos, $125 millones menos que en 2015.