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En los primeros cinco meses de 2016, la Fiscalía de la Ciudad inició 1519 casos contra conductores que al someterse el examen de alcoholemia contaban con mayor cantidad de alcohol en sangre que el permitido, o bajo los efectos de estupefacientes. Si bien la cifra disminuyó en un 8 por ciento, en relación al mismo período del año anterior (1645 casos) se trata de un promedio de alrededor de un conductor intoxicado que es detectado cada dos horas en la ciudad de Buenos Aires.
Casi la mitad de los casos de alcoholemia positiva de este año tuvieron lugar en controles ubicados en el barrio de Palermo. Le siguen los de Belgrano con 22 por ciento y Recoleta con un 9 por ciento. En 2015 se registraron un total de 3159 casos de conductores en estado de ebriedad o bajo los efectos de estupefacientes, lo que significó un 27,3 por ciento más que en 2014.
Es importante recordar que el artículo 111 del Código Contravencional prohíbe conducir con más de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre a conductores particulares. En el caso de conductores principiantes y profesionales (taxistas, colectiveros, camioneros), la tolerancia es cero. En conductores de motos el límite permitido es de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre.
En 2015, Palermo ya había concentrado el 50 por ciento del total de casos de conductores intoxicados como parte de una conflictividad ligada a problemáticas que genera la vida nocturna. El año pasado, un hombre de 36 años que conducía un auto de alta gama de origen alemán impactó contra un cuatriciclo de la policía. Al realizarse la prueba, se comprobó un dosaje de 2,9 gramos de alcohol en sangre. Por orden del fiscal se le retuvo el vehículo, se le sacó por 40 días el registro y debió abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas. Además debió aprobar un curso de conducción víal y realizar 20 días de tareas comunitarias. En apenas tres meses el fiscal logró que el conductor firme un juicio abreviado a través del cual asumió la responsabilidad de los hechos y debió pagar la multa más alta que establece el Código Contravencional de la Ciudad.
“La Fiscalía de la Ciudad estableció reglas de conducta para que los fiscales trabajen con el mismo criterio cuando reciben denuncias relacionadas con la infracción del artículo 111 -sostiene el fiscal general Luis Cevasco-. En caso de resultar positivo el control, por orden del fiscal se procede a la inmovilización del rodado como medida cautelar para que la persona no pueda continuar manejando porque está infringiendo la ley 3916 del Código de Tránsito y Transporte. Además se le quita el registro y el conductor debe someterse a un proceso contravencional”.
Los conductores pueden ser condenados de uno a diez días de prisión efectiva en la cárcel de contraventores del barrio de Nueva Pompeya, o pueden ser multados por una suma que va de los 200 a los 2000 mil pesos. En el caso que el conductor sea particular (no profesional), y no haya puesto en riesgo la vida de terceros, la Fiscalía de la Ciudad realiza suspensiones de juicio a prueba. Las penas de la probation por conducir en estado de ebriedad dependen del grado de alcohol en sangre. Además, se debe aprobar un curso de conducción vial, hacer trabajo comunitario y abstenerse de conducir por un tiempo determinado.