En las puertas del ministerio, un férreo vallado policial, uniformados de la guardia de infantería y un número indeterminado de servicios no impidieron la manifestación contra el ataque del Servicio Penitenciario Federal al Centro Universitario Devoto (CUD), la UBA y especialmente al Programa UBA XXII de Educación en Cárceles.
Decenas de militantes esperaron, detrás del vallado policial, el regreso de la delegación que había ingresado al Ministerio de Justicia, encabezada por Itai Hagman, presidente de la FUBA. Estos fueron recibidos por Juan Martín Mena, Jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Grande fue la sorpresa de los delegados cuando Mena confesó que desconocía la situación que se vivía en Devoto, ignoraba cuándo había comenzado, no sabía de la huelga de hambre ni los alcances de la medida, no estaba al tanto con precisión de lo que estaba sucediendo. Con lo cual no pudo dar ninguna respuesta a la delegación y solo recibió la carpeta con los reclamos que contó con más de un centenar de adhesiones.
Entre los presentes, se hallaban los docentes del Programa Naír Repollo y Pablo Parchuc, Claudia Korol de Pañuelos en Rebeldía, Marta Miravete del Grupo de Mujeres Argentinas, Romina Righetti, asesora del legislador Julio Raffo, ex estudiantes del CUD y militantes de Franja Morada Derecho, Coordinadora Anticarcelaria y Agencia Rodolfo Walsh.
A la hora de las palabras, el momento más significativo del acto realizado en las puertas del ministerio, se vivió cuando un militante de Federación Universitaria de Buenos Aires leyó la carta llegada desde Devoto, firmada por los siete compañeros en huelga de hambre.
En el escrito, ellos sostienen: “Hace 47 días, fueron suficientes cuatro minutos al aire para que la televisión y la policía bonaerense instalaran la idea que habilitó la puesta en marcha de una operación de inteligencia del Servicio Penitenciario Federal dirigida a desarticular el Programa UBA XXII. Desde el primer momento tuvimos plena conciencia del terrible peligro que esta operación representa para la esencia misma, para el sentido de ser de este Programa al que le damos vida cada día».