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El Gobierno porteño inauguro este viernes las dos nuevas estaciones de la Línea B de Subterráneos, Echeverría y Juan Manuel de Rosas, que permiten extender el servicio hasta el barrio de Villa Urquiza y sumar al ramal otros 50.000 usuarios por día.
El nuevo tramo tiene una extensión de 1,6 km, desde la Avenida de los Incas hasta la calle Franklin Roosevelt, bajo la Avenida Triunvirato, y da a los pasajeros que utilizan habitualmente el ferrocarril Mitre la posibilidad de combinar con la línea B a través de la estación Justo José de Urquiza.
Las nuevas estaciones cumplen con las más exigentes normas de accesibilidad, con ascensores, escaleras mecánicas, guía de prevención y de peligro, señalización táctil y pasamanos con señalética en sistema Braille. Ambas cuentan con máquinas para cargar la tarjeta SUBE.
Para mejorar la frecuencia, Subterráneos de Buenos Aires incorpora 36 coches CAF que fueron comprados al Metro de Madrid y adecuados técnicamente para entrar en circulación, con computadora de comando y control.
Tambien se construyó un espacio de cochera-taller que corre por debajo de Triunvirato y se extiende entre Roosevelt e Iberá, con una longitud aproximada de 700 metros.
Los metrodelegados denuncian.
Los metrodelegados informaron en un comunicado de prensa que no están dadas las condiciones para que los trenes alarguen su recorrido. Argumentan fallas estructurales y que las formaciones no cumplen con las medidas de seguridad necesarias.
«Falta algo elemental que es la tierra-tren, un sistema de comunicación entre el tren y la central de comando», expresó Segovia a los medios. Otro de los reclamos de los metrodelegados es una falla estructural de las nuevas estaciones. «La última vez que llovió, se inundó 1,30m, 30 centímetros por encima del andén. A una de las estaciones la construyeron en medio de una napa», sostuvo Segovia.