Pompeya
Se descubrió una obra en homenaje a “Tucho” Méndez, el ex jugador campeón de Huracán y máximo goleador histórico de la Copa América, en la plazoleta que lleva su nombre, en Diógenes Taborda y Avenida Amancio Alcorta.
La obra homenaje fue impulsada por el Comunero, Diego Weck, quien encabezó la presentación del monumento ideado y diseñado por Guillermo Palazón.
Estuvieron presentes los dirigentes del Club Atlético Huracán Néstor Vicente y Abel Poza, el Gerente de Comunicación Marcelo Salvio, el ex jugador Alberto “Toscano” Rendo, las autoridades de los clubes Crespo, Miriñaque y Franja de Oro, los integrantes de la Peña “Eternamente Claudio Niño” y los comuneros Viviana De Turris y Roberto Daniel Gorza de la Comuna 4.
El homenaje pudo llevarse a cabo por la colaboración del vecino Carlos Colletti quien impulsó el proyecto para que la plazoleta lleve este nombre como así también a Guillermo Palazon el artista que realizó esta hermosa obra.
Norberto Méndez, nació en Buenos Aires, el 5 de enero de 1923 y falleció el 22 de junio de 1998, conocido como «Tucho», fue un futbolista argentino. Es una de las grandes figuras del notable fútbol criollo de los años 40 y uno de los mejores jugadores argentinos de la historia.
Le discutió a José Manuel Moreno el liderazgo en su puesto (entreala derecho), y en muchos seleccionados Moreno debió ocupar su antiguo lugar de entreala izquierdo porque Méndez no podía quedar afuera del equipo. Tan importante fue «Tucho» para Guillermo Stábile que, en una época de notables tercetos delanteros, en los grandes equipos de la selección jugaba siempre.
El «Tucho» Méndez es con 17 tantos, junto a Zizinho el máximo goleador en la historia de la Copa América, que conquistó 3 veces. Las jugó como titular indiscutido conformando 3 grandes tridentes, en 1945 con René Pontoni y Rinaldo Martino, en 1946 con Adolfo Pedernera y Ángel Labruna, en 1947 con René Pontoni o Alfredo Di Stéfano y José Manuel Moreno.
También fue parte de la gira a Europa en 1951 con Rubén Bravo y Ángel Labruna, y al año siguiente con Ricardo Infante y Ángel Labruna. Tan inconfundible por su aspecto con reluciente jopo, bigote y su chuequera, como por su juego. Gambeteador, habilidoso, creativo, ingenioso, imprevisible porque su genio le permitía la acción distinta que desorientaba y confundía a los adversarios. Además de lo que aportaba en su ida y vuelta por la cancha, creando para sus compañeros, fue un notable definidor.
Además de lo que hizo con la camiseta argentina, convirtió 123 goles en su campaña en Primera. Hincha de Huracán, surgió en las inferiores del club para debutar en primera en 1941 y quedar como titular inamovible. Allí integró el terceto central con dos históricos de «El Globito»: Herminio Masantonio y Emilio Baldonedo. Después tuvo como compañero en algunos partidos a Arsenio Erico y en una temporada a Alfredo Di Stéfano (Salvini, Méndez, Di Stéfano, Simes y Ferrero o Unzué). Con Juan Carlos Salvini y Llamil Simes pasó a Racing Club en 1948, en una múltiple y fantástica operación en la que «La Academia» pagó una importante suma y cedió 5 jugadores a Huracán.
Y fue la gran figura del equipo que conquistó el tricampeonato de 1949/50/51 (Salvini -luego Boyé-, Méndez, Bravo, Simes y Sued). Tanta fue la idolatría que tuvo en Racing Club que debió sus colores a su corazón, y unirlos con la pasión por Huracán. «Huracán es mi vieja y Racing Club mi mujer» dijo siempre «Tucho». Varias lesiones y un estado físico deteriorado mermaron su rendimiento, y en 1955 fue a jugar a Club Atlético Tigre.
Veterano, en 1957 volvió a su primer amor, Huracán, para dar por concluida su brillante carrera. Boreni, Méndez, Romero, Bellomo y Markarián era la delantera. También allí llegó a jugar con «Coco» Rossi y Osvaldo Crosta. En cualquier recopilación o documento histórico del fútbol argentino, «Tucho» siempre figurará como uno de sus máximos exponentes y representante genuino del estilo del futbolista argentino clásico.