Domingo, 6 de la tarde. Unx podría pensar que con tanto que les costó a lxs vecinxs de Boedo tener una plaza en el barrio, después de tanta lucha, de tantas reuniones y gestiones con el gobierno, podrían disfrutarla. Seguro que lo hacen, se ve.
Pero el acceso (tanto para entrar como para salir) no es tan sencillo. La plaza está cercada. Pocas plazas añejas logran permanecer sin rejas, ya sea por la lucha vecinal por el libre acceso, o por algún otro misterioso motivo; pero cualquier plaza gestada en los últimos años nace enrejada. Es la gestión PRO la que gobierna la Ciudad.
La Plaza Mariano Boedo fue inaugurada a mediados de 2011. Es la primera plaza que tiene este barrio porteño. Abarca poco menos que una manzana, rodeada por las calles Estados Unidos, Sánchez de Loria, Carlos Calvo. No es que haya surgido «desde arriba», sino que esta plaza existe gracias a mas de 50 años de perseverancia de vecinxs de Boedo, que querían poder disfrutar de un espacio público verde sin necesidad de ir a Almagro, Caballito, San Cristóbal u otro barrio cercano, y hicieron todo lo posible para lograrlo. Mucho de esta lucha se puede conocer en la página de la Asociación Civil Cultural Ambiental Todos por la plaza de Boedo: http://plazamarianoboedo.blogspot.com/, donde se relata las idas y venidas hasta lograr que este espacio público que en la última dictadura fue privatizado y luego abandonado se convirtiera en lo que hoy es una plaza.
En la misma plaza funciona hoy el edificio de la sede de la Comuna 5. Ya por el 2008 y 2009 el GCABA intentaba arrebatar un espacio vecinal en Av. Independencia 4264, a cargo de la Asociación Civil de Vecinos Florentino Ameghino (AVEFA), para instalar las oficinas de lo que en ese entonces era el Centro de Gestión y Participación Comunal 5 (luego mutado en Comuna 5). No lo lograron. Entonces seguían buscando dónde instalarse, y pensaron en la Plaza de Boedo. Mientras tanto, por unos años esas oficinas funcionaron curiosamente en otro Comuna (la 3), en Sarandí al 1200, San Cristóbal. Finalmente el Gobierno logró restar espacio público verde, contra la oposición vecinal y fallos judiciales que cuestionaban tal maniobra, e instalarse desde 2013 con el edificio sobre la Calle Carlos Calvo al 3300, en terreno de la Plaza Mariano Boedo.
No deja de sorprender (no sorprende en realidad), que a pesar de tener las oficinas ahí, de haber (supuestamente) funcionarios al servicio de la comunidad in situ, 14 de las 18 puertas de la enrejada plaza estén cerradas cuando lxs vecinxs de todas las edades quieren disfrutar al aire libre. Incluso una entrada con rampa para discapacitadxs sobre la calle Carlos Calvo está cerrada. Sobre la calle Sánchez de Loria TODAS las entradas están con candado. Y sobre Estados Unidos es por donde más entradas permanecen abiertas (3), mientras una de las varias cerradas tiene bloqueándola un baño químico. Tal vez el motivo para que haya más accesos abiertos por esta calle sea que hay una mesa del PRO en campaña, con la típica sombrilla amarilla.
Esta situación de muchas puertas con candado a pleno día, no es algo anecdótico sino sistemático, pasa de lunes a domingo en casi todos los parques y plazas enrejadas de la Ciudad de Buenos Aires. Tras la limitación horaria de acceder de 8 a 22 hs. (con suerte) a los espacios verdes, el freno a su utilización y gozo continúa al ser muchos de sus accesos bloqueados.
Rejas, campañas, candados y, a pesar de todo, humanxs disfrutando de una plaza, conseguida con mucha lucha.