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El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presentó la nueva edición de “Los 200 kilómetros de Buenos Aires” del Súper TC2000, competencia que se realizará el domingo 31 de julio en el Autódromo “Oscar y Juan Gálvez”, y aseguró que es «un gran orgullo» el regreso de esa categoría a la Ciudad.
“Es un gran orgullo que vuelva a Buenos Aires y al sur de la Ciudad, porque para nosotros es un gran objetivo desarrollar toda esa zona. Estamos mandando en las próximas semanas un proyecto a la Legislatura para hacer todo un desarrollo alrededor del Autódromo, queremos que vuelva a ser la cuna del automovilismo en la Argentina. Este es un país muy fierrero, hay mucha gente que se apasiona,” señaló.
Acompañado por el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y con la presencia del presidente del Súper TC2000, Antonio Abrazian, y los pilotos Norberto Fontana, José Manuel Urcera, Damián Fineschi y Facundo Ardusso, Rodríguez Larreta destacó que el Autódromo “se ve mejor”, y si bien admitió que aún “hay cosas por mejorar”, resaltó que su gestión impulsa “un proyecto de desarrollo del sur que incluye como parte importante la recuperación del autódromo”.
“Estamos construyendo la Villa Olímpica. La idea es hacer un polo del deporte en esa zona de la Ciudad, que nos va a ayudar a recuperarla”, concluyó el Jefe de Gobierno durante el acto que se realizó en el Paseo Fangio del Parque 3 de Febrero.
La primera edición de “Los 200 kilómetros de Buenos Aires” se disputó en 2004 y de inmediato se estableció como un clásico. Hasta 2010 se corrió en el autódromo porteño, en 2011 se disputó en La Plata y no volvió a realizarse hasta 2014, cuando otra vez se hizo en la Capital argentina. El año pasado, en tanto, la competencia se disputó en La Pampa.
El atractivo de la competencia también está dado por el componente estratégico que implica la obligatoriedad del cambio de pilotos en boxes durante la carrera. Los equipos practican para hacer traspaso de la conducción de la manera más rápida posible y definen el mejor momento para hacer esta parada durante la prueba.
La carrera final consiste en 200 kilómetros al tradicional trazado porteño en aproximadamente dos horas de espectáculo, el doble que en una carrera normal. La exigencia que esto impone a los autos (con la progresiva caída en el rendimiento y el desgaste de neumáticos) genera competencias más atractivas y cambiantes.