La Boca
Después de dos semanas de incertidumbre y nerviosismo, efectivos de la Policía de la Ciudad hallaron sana y salva a María Esther Brianthe, la joven de 18 años que estaba desaparecida desde la madrugada del 3 de abril, cuando había abandonado el departamento del barrio porteño de La Boca en el que vivía junto a su pareja y a su hija de 7 meses.
Según informaron efectivos de la Policía porteña, después de semanas de investigación, Brianthe fue encontrada en la esquina de la avenida Brasil y Necochea, en el barrio de San Telmo mientras caminaba junto a un hombre adulto mayor.
Al ser interceptada por efectivos de las fuerzas de seguridad, la joven de 18 años reveló que se había ido de su casa tras separarse con su ex pareja, José María Aguirre, de 35, a quien abandonó junto a su beba de siete meses llamada Calu.
Efectivos de la comisaría vecinal 4C fueron los que hallaron a Brianthe en compañía de otro hombre de 35, a quien la propia joven reconoció como su nueva pareja.
La chica aseguró haber estado viviendo durante las últimas dos semanas en un hogar comunitario ubicado en la calle Lavalle al 900. Además, dijo haber limpiado vidrios de autos en la calle en la zona del barrio de Chacarita y especificó que no fue víctima de violencia de ningún tipo desde que su familia la perdiera de vista.
El caso tomó repercusión a mediados de la semana pasada, cuando la madre de Brianthe, Paola Rojas, quien reside en la provincia de Río Negro, denunció la desaparición de su hija.
De acuerdo al relato de la madre, Brianthe desapareció en la madrugada del sábado 3 de abril. La progenitora aseguró haber hablado con el marido de la joven de 18 años, quien le dijo que habían mantenido una discusión con “Mary” y que después de eso la joven se fue del departamento en el que ambos vivían junto a su bebé, en la calle Palos, del barrio de la Boca.
La madre afirmó que Brianthe ya había abandonado a Aguirre en una anterior ocasión, antes del nacimiento de Calu, y luego había regresado a su domicilio a los tres días. Sin embargo, esta vez la desaparición estaba rodeada de un misterio aún mayor: había dejado a su bebé en el departamento junto a su padre y tampoco se había llevado su teléfono celular.
La preocupación de la madre era aún mayor después de haber tomado conocimiento de unos episodios de presunta violencia familiar entre su hija y el padre de la bebé. Infobae pudo confirmar que el 10 de marzo, Brianthe presentó una denuncia por violencia de género contra su pareja, pero se negó a aceptar medidas restrictivas para el padre de la pequeña. De hecho, a los dos días, retiró la denuncia.
Asimismo, la madre encaró a la pareja para consultarle sobre ese episodio y, de acuerdo a su testimonio, su “yerno” le explicó que “sólo le pegué un bife porque ella me estaba pegando sin parar”.