Cinco empleados de la firma Iron Mountain que trabajaban en el galpón que se incendió el miércoles en el barrio porteño de Barracas declararon este jueves ante la fiscal Marcela Sánchez, que no se accionaron los rociadores de agua.
En el marco de la investigación iniciada para determinar la causa de la tragedia que dejó como saldo nueve muertos, los cinco testigos afirmaron que los matafuegos sí funcionaban, pero que fueron los rociadores de agua los que no se accionaron.
Los trabajadores se presentaron este jueves en la Fiscalía Nacional en lo criminal de Instrucción Nro 37 para brindar su versión de lo sucedido en el depósito de la calle Azara 1245. Además, este viernes se tomará declaración a tres bomberos que fueron dados de alta en las últimas horas.
Según difundió el portal www.fiscales.gob.ar, la fiscal citó a los empleados en su intento de determinar las causales del incendio que provocó junto con el derrumbe de paredes, unos nueve muertos.
Entre los empleados de la firma que este jueves dieron su testimonio figuran dos operarios y un jefe de planta de Iron Mountain, una empleada de limpieza y un personal de seguridad.