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El barrio de La Boca se empezó a agitar cerca de las cuatro de la tarde. La cita era a las 19, pero la gente estaba ansiosa y llenó las calles para acercarse al estadio donde se realizaría el homenaje y recibimiento al ídolo que vuelve a vestirse la azul y oro.
La avenida Regimiento de Patricios estaba empapelada con afiches agradeciéndole a Daniel Angelici por su gestión y en segundo lugar al jugador por haber decidido volver.
Los hinchas comenzaron a acumularse en las inmediaciones del estadio, y los cánticos dedicados a River se propagaron desde adentro del mismo hacia los fanáticos que estaban esperando para ingresar. La entrada sugerida era un alimento no perecedero y la recaudación sería donada al barrio de Fuerte Apache.
El evento era un festejo, y los presentes lo entendieron así. Más allá de algunos aislados, el gran contingente se compuso de familias de diversos puntos de la ciudad, la provincia y el país. Sebastián vino desde Pinamar con su hijo de 3 años para visitar por primera vez el mítico estadio.
También Marcos y Germán, quienes llegaron este mediodía de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, o la familia de Roberto, que vinieron a recibir al ídolo desde Bahía Blanca. Del Gran Buenos Aires y de la provincia en general se acercó una enorme cantidad de hinchas, que colmaron la Bombonera y llenaron de ruido y color el barrio.