El Obelisco llega a la Usina del Arte, en La Boca.

El Obelisco se muda al Sur de la Ciudad. La ingeniosa obra de Leandro Erlich, esa misma que desveló a los porteños y turistas al “robarle” el ápice al emblemático monumento, tendrá ahora como anfitriona a la Usina del Arte, en La Boca.

La creación, denominada «La democracia del símbolo», primera obra site-specific del artista en nuestro país, que toma al Obelisco como eje central de un proyecto de arte público monumental, traslada el centro de la Capital hacia el Sur.

La punta del Obelisco, una reproducción a escala real que da “acceso” a las cuatro vistas aéreas del monumento central; y que hasta el momento se exhibía en la explanada de MALBA, podrá ser visitada con entrada libre y gratuita, en la Usina del Arte (Agustín Caffarena 1, esquina Pedro de Mendoza), ubicada en pleno corazón del tradicional barrio porteño, convertido también en epicentro cultural.

La magia del arte envuelve a La Boca con luces y sonidos

Los alrededores de la Usina lucirán la mano de Gachi Hasper, una de las más prestigiosas y creativas representantes del arte contemporáneo argentino, que inaugurará, mañana a las 19, bajo autopista -Dique 0- del barrio, su obra “Notas de Luz”, una instalación sonoro-lumínica realizada con 160 artefactos de luz que forman una gran pantalla tridimensional de 100 metros de largo.

La originalidad radica en que las luces led cambiarán de forma y color con el movimiento de los peatones y según la música que se interprete en las salas de la Usina, vistiendo de magia la zona, atracción para vecinos de toda la ciudad y turistas de todo el mundo.

Al respecto, Gachi contó: “Notas de Luz se integra a la ciudad como un espacio de encuentro que invita a los ciudadanos y los visitantes a interactuar con el entorno. La tecnología a utilizar permite aplicar un programa de movimiento a los sonidos de las partituras que suenen en la Usina del Arte integrando el interior y el exterior, al público con el transeúnte y el automovilista”.

“Se genera una situación de participación común en tiempos simultáneos y espacios diferenciados. Una propuesta del uso lúdico y festivo del espacio público, del disfrute estético compartido como constructor de ciudadanía”, sostiene Hasper, quien contó con la colaboración de la arquitecta Eli Sirlin, especializada en diseño de iluminación y el apoyo de Mecenazgo de la Ciudad.