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Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Eduardo Peduto, director del Centro de Protección de Datos Personales del organismo, quien señaló que “no es casual que la protección de datos personales se encuadre dentro de la Defensoría del Pueblo. Todos los marcos normativos son productos históricos, responden a un contexto determinado.
La esencia de la protección de datos personales se cimenta en el derecho a la privacidad e intimidad de las personas, que son inescindibles de la dignidad humana”.
A continuación se refirió a los desafíos y dificultades de adaptar el marco normativo a “la rapidez y el vértigo de la tecnología”.
“Cuando protegemos datos personales, protegemos personas. Cuando protegemos personas, protegemos ciudadanía”, concluyó.
A continuación, Horacio Azzolin, titular de la Unidad Fiscal especializada en Ciberdelincuencia del Ministerio Público Fiscal de la Nación, aseguró que “los usuarios tienen pocos derechos en el entorno digital y dificultades para ejercerlos. Como ciudadanos los cuidamos mal. Necesitamos una mejor cultura digital”.
Por último llamó a “seguir de cerca los procesos estatales de legislación y de control, y exigir al Estado que facilite estos procesos”.
En segundo lugar, Diego De Charras, director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, se refirió a libertad de expresión como derecho humano consagrado, y al proyecto de ley para la regulación de la responsabilidad de los intermediarios.
Sobre la tensión de derechos en el marco normativo, señaló que “nos pone frente a complejidades a las que hay que prestar atención”. En este sentido, afirmó que los términos y condiciones de los servicios digitales generan “una paralegalidad corporativa, con restricciones y arbitrariedades que se aceptan”.
Finalmente, Peduto aseveró que “los datos personales se han transformado en un tema geopolítico. La generación de perfiles no es sólo sobre qué compramos o consumimos, sino también sobre qué pensamos. Y esto es lo más riesgoso de todo”.
A continuación Mariana Carbajal (periodista e integrante del colectivo NiUnaMenos), María Eugenia Orbea (integrante de la Fundación Activismo Feminista Digital), y María José Guembe (directora de Asuntos Jurídicos de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual) se refirieron al tratamiento de la imagen desde la perspectiva de lo digital.
Las expositoras abordaron la tensión entre la libertad de expresión y los derechos vulnerados por los medios, así como su responsabilidad sobre los contenidos, y el uso de la imagen de la mujer en el ámbito audiovisual y digital, en particular en las redes sociales.
Durante la tarde, la jornada continuó con una videoconferencia desde Barcelona con autoridades de la Agencia Catalana de Protección de Datos. El objetivo del panel correspondía a los menores en internet y como trabajan el tema desde la agencia.
Joana Marí Cardona, responsable de Evaluación y Estudios Tecnológicos de la Autoritat Catalana de Protecció de Dades, señaló que desde su institución se han tomado el tiempo necesario para acercarse a los niños. “Hemos creado un grupo de trabajo específico cuyo objetivo es desarrollar un proyecto para llevar a las aulas y poder llegar a los niños en su entorno digital”, manifestó. Además, añadió que “hemos identificado nuevas estrategias y fuimos bajando la edad de los menores con los que fuimos trabajando porque hoy ellos tienen un dispositivo propio desde los 7 años”.
Por su parte, Glória Freixa Vilardell, letrada de la Asesoría Jurídica de la Autoritat, expuso cómo se llevó a la práctica el proyecto “Menores e Internet: crecer y convivir en un mundo digital”. “Elaboramos una guía de educación y diseñamos material de trabajo previo para los docentes”, detalló Vilardell. Señaló la importancia de entender que con la información de los demás “no se juega. No solo es lo que hagas con la tecnología sino lo que puedas evitar que pase”.
El siguiente panel, “La prevención y concientización como abordajes posibles”, contó con la presencia de Ezequiel Passeron, director ejecutivo de Faro Digital; Federico Dada, representante del Gobierno de Salta ante ENACOM y CONACAI; y Flavia Tsipkis, que forma parte del equipo del Centro de Protección de Datos Personales de la Defensoría del Pueblo porteña.
Federico Dada expresó que los niños necesitan pautas y acompañamientos de los adultos en el uso de internet. “Hay que estar cerca de los chicos y no dejarlos solos. Ante casos de bullying y/o grooming, ellos suelen recurrir a los amigos y no a los padres, queines debería ser los primeros en enterarse de lo qué hacen los chicos en el mundo digital”, indicó.
En complemento, Ezequiel Passeron diferenció seguridad en internet con acompañamiento y manifestó que “Si el adulto no sabe lo que es Instagram, jamas le va a preguntar a su hijo al respecto del material que sube a esa red y por consiguiente jamás se habla del tema”. Concluyó que como adultos, “el gran desafío es salir de la preocupación para pasar a ocuparnos”.
Por su parte, Flavia Tsipkis indicó que hay una mirada particular de los chicos sobre los adultos respecto a la tencología y al conocimiento de las redes sociales y aplicaciones que más se utilizan. “Los adultos sabemos poco respecto al acompañamiento”, indicó.
A modo de cierre, Javier Raimo, del Observatorio de Derechos en Internet de la Defensoría del Pueblo, expuso sobre un informe que está elaborando el observatorio sobre el monitoreo de la página web del Gobierno porteño. Señaló que desde la creación del observatorio, “analizamos todas las cuestiones que tienen que ver con las cookies y la accesibilidad de los distintos sitios de Internet. Tenemos que tener claro que todos tenemos los mismos derechos online como offline”.
Las conclusiones de la jornada estuvieron a cargo de Eduardo Peduto, quien señaló que “no podemos hablar de redes sociales sino de redes digitales de comunicación”.
Peduto concluyó que “si no llegamos a una convención internacional sobre los derechos ciudadanos en Internet, no vamos a poder ejercer, incluso en el entorno digital, nuestra soberanía”.