Movilización en repudio del crimen de Mariano Ferreyra

La movilización convocada por la CTA (Central de Trabajadores Argentinos), el Partido Obrero -donde militaba Ferreyra-, el MST, el PTS y otros partidos políticos, la FUBA, diversos centros de estudiantes y organizaciones sociales, comenzó pasadas las seis de la tarde. Las columnas partieron desde el Congreso y desde Callao y Corrientes, para dirigirse por la Av. Corrientes hasta el obelisco y luego por las Av. de Mayo y Diagonal Norte hacia la Plaza de Mayo.

Las calles se cubrieron de personas y banderas de cientos de organizaciones. Impactante, pero no sorprendente, ya que más de 200 adhesiones habían circulado durante el día. Tristeza, bronca, indignación, pero también fortaleza, lucha, organización y articulación se hicieron notar.

El análisis de los participantes de la marcha sobre el crimen de Ferreira distan bastante del show mediático en el que voceros del gobierno y la CGT buscaron una y otra vez despegar a Hugo Moyano del titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza. Casi 30 horas después del asesinato, se insistía con las acusaciones a Eduardo Duhalde, en vez de analizar y condenar la violencia ejercida por las patotas sindicales contra los trabajadores.
En este sentido, Mirta Israel, de la Asociación Argentina de Actores, manifestaba: “Hay una metodología implementada desde hace varios años que tiene que ver con una especie de tercerización de la represión, o sea, dejarla en manos de la burocracia sindical, de estas patotas, y la policía dando cancha libre para esto. Esto abona un discurso que acá no se reprime que y no hay muertos cosa que no es cierto” La gran columna de la CTA fue encabezada por 50 mujeres de diferentes gremios. Jorge Torres, bancario e integrante de la Central de Trabajadores Argentino, decía: “LA CGT en su totalidad es una gran empresa y de eso viven todos. Hoy pueden tener problemas entre ellos y puede ser por la plata. No es por cuestiones ideológicas ni de proyecto, es por la guita y por la guita se matan.”

Una vez en la Plaza de Mayo, sobre el escenario se agradeció la participación de las 60 mil personas que estimaron presentes. Para finalizar la concentración, se leyó un documento firmado por más de 170 organizaciones en el que se reclamó el esclarecimiento inmediato del crimen de Mariano Ferreyra y de los heridos de bala, algunos en estado gravísimo, por los “disparos a mansalva realizados por una patota armada perteneciente a la cúpula de la Unión Ferroviaria dirigida por José Pedraza” y se responsabilizó al Gobierno Nacional por la zona liberada dejada por la Policía Federal. A su vez, se demandó por la reincorporación de los despedidos y el pase a planta de todos los trabajadores tercerizados.

El documento es claro en cuanto al contexto del asesinato de Ferreyra; “El crimen se inscribe en una escalada que se expresa en el procesamiento de luchadores y activistas obreros e inclusive en la existencia de presos políticos del campo popular”.

Para cerrar el acto, habló el dirigente del PO Jorge Altamira, quien agradeció a todas las organizaciones sindicales y políticas que actuaron “con la velocidad de un rayo” y se reunieron para organizar esta contundente marcha. “A estas organizaciones mi más profundo y extraordinario agradecimiento con la salvedad de que no me sorprende, porque hay algo que va más allá de las ideas, porque son generaciones y generaciones las que han vivido circunstancias como esta y nos han dejado el legado de que la sangre de un compañero es sagrada”, expresó Altamira.

Aclaró que las organizaciones presentes pidieron una audiencia a la Presidenta de la Nación, para que las atienda al finalizar la movilización; “queríamos ingresar a que nos digan cuál es la responsabilidad que piensa tomar para mandar a la cárcel a que se pudran, a todos los asesinos. Y no hemos recibido una respuesta positiva, nos han mandado a Parrilli, el Secretario General de la Presidencia. No saben con quiénes están hablando, nosotros no hablamos con perejiles que nos van a contestar que van a transmitir nuestras inquietudes”.

Las críticas al Gobierno también acentuaron el hecho de que pasadas más de 24 horas no hubiera ningún detenido. “Han pasado más de 20 horas y queremos una respuesta”, dijo Altamira, que cerró diciendo: “No quiero ver hoy la casa rosada fluorecente, ¡la quiero ver de luto carajo! Este no es el momento para el festival de turistas, este es un momento para compartir el sentimiento de dolor porque hemos perdido a un hijo nuestro”.