La Boca
Se realizó la VII Cena Anual Solidaria en el predio de la Rural y se pudieron recaudar más de 30 millones de pesos para los programas comunitarios que desarrolla la Fundación Boca Social.
El predio de la Rural se tiñó de azul y oro para celebrar la VII Cena Anual Solidaria de la Fundación Boca Social. Con una ambientación a tono con la arquitectura pintoresca del barrio de la Boca, más de 1.500 personas participaron de una noche especial y demostraron, una vez más, que la de Boca es la hinchada más solidaria.
Como ya es costumbre en cada edición, el plantel profesional y el cuerpo técnico de Barros Schelotto dijeron presente en la Cena Solidaria y, luego de ser presentados por el presidente Daniel Angelici, se fueron mezclando con los hinchas para compartir un ambiente relajado, con anécdotas e intimidades, fotos y autógrafos a lo largo de toda la noche.
Además del plantel de Guillermo, en esta edición también se sumaron las Gladiadoras del fútbol femenino, ex jugadores del club -con Claudio Caniggia como principal figura- y personalidades de la cultura y el espectáculo, como el escultor Adrián Carnevale, el ex tenista Agustín Calleri y los conductores Julián Weich y Verónica Varano.
En el inicio de la cena, como sucedió en la edición del año pasado, hubo un emotivo homenaje a la memoria Enzo Pagani, uno de los principales impulsores de las actividades de la Fundación Boca Social. Luego de la ovación de todo el salón, el presidente Angelici dio paso a un video en el que se destacaron las principales actividades sociales que se realizan en el club para acompañar a los chicos más necesitados del barrio de la Boca.
“Lo que siento es gratitud, gratitud ante cada uno de los que participó de esta cena solidaria. Con la Fundación podemos recaudar los fondos necesarios para después poder subvencionar todos los programas sociales del club. Son herramientas clave para la niñez y la tercera edad, un granito de arena que aportamos para sacarle una sonrisa a cada uno de los niños de nuestro querido barrio de la Boca”, sostuvo el presidente al momento de la presentación de la cena.
Promediando la noche, llegó el importante momento de las subastas para conseguir fondos que motoricen los programas de la Fundación. Con una camiseta firmada por todo el plantel, los botines de Carlitos Tévez, la posibilidad de jugar un amistoso en la Bombonera a fin de año y hasta un auto 0 km se pudieron recaudar más de 30 millones de pesos, un monto significativo para encarar las actividades sociales del año entrante.
El cierre, para estar a tono con el clima de toda la noche, tenía que ser bien arriba. Entre una lluvia de papelitos azules y amarillos, Ulises Bueno irrumpió en el escenario y, al ritmo del tunga tunga, hizo delirar a todos los que se acercaron al predio de la Rural.