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El relevamiento de precios de bienes y servicios del Gobierno de la Ciudad registró en el último mes un aumento de 0,7% en el valor de la canasta básica total para una familia promedio en comparación con mayo anterior. Ascendió a 11.081,76 pesos.
Ese es el nivel de recursos que por todo concepto debió reunir un hogar medio para no caer por debajo del umbral de pobreza. Un año atrás necesitaba $8.873,93. De ahí surge que en los últimos doce meses experimentó un salto de $2.208, equivalente a 24,8 por ciento.
Mientras que el umbral de indigencia, determinado por los ingresos necesarios para poder comprar una canasta básica de alimentos, acusó en junio una leve deflación de 0,3% en comparación con mayo, a $4.791,70. Respecto de un año antes, la CBA se encareció 20%, casi diez puntos menos que la tasa de Inflación Congreso.
Para el caso de un hogar integrado por dos adultos mayores y laboralmente inactivos, también con vivienda propia, la DGEC determinó un umbral diario de $80,65 para no ser indigente y $184,17 para no ser pobre.
Según los últimos datos del Indec de Distribución del Ingreso poco más del 40% de los hogares porteños reunió a fines del primer trimestre del corriente año recursos monetarios por todo concepto inferiores a los $10.399 que la Dirección de Estadística y Censo de la Ciudad estimó para el valor de la canasta básica total; y un 15% no llegó a obtener $4.625 que costaba la cesta de alimentos esenciales.