El viernes 20 de junio por la noche, Compadres fue nuevamente clausurado. De esta manera, el gobierno de la Ciudad arremete una vez más contra los espacios culturales autónomos. Contra las organizaciones que día tras días, ponemos todo nuestro esfuerzo, nuestra energía y nuestro cuerpo para transformar la realidad que nos rodea y para construir una cultura diferente, una cultura popular, donde el pueblo sea protagonista y no un espectador de lujo.
Este ataque a nuestro centro cultural no es nuevo, tampoco es único. Forma parte de la persecución a nuestros espacios. Pues para este gobierno la cultura no una cuestión social, ni humana; es un negocio, es dinero, es lucro. Contra estas concepciones mercantiles de la cultura es que luchamos día a día, con los distintos talleres artísticos, talleres para niñas y niños, de oficios, educativos, emprendimientos cooperativos, construyendo espacios barriales donde buscamos generar encuentro y organización, para tomar la historia en nuestras manos.
Otra vez Compadres, otra vez la cultura. Los espacios culturales seguimos siendo para Lombardi y el macrismo, espacios privados, de lucro, locales bailables. No cabe en ellos pensar una cultura que sea distinta, pues para los de arriba todo es negocio.
No existen las casualidades. No son coincidencias los distintos avances privatistas y represivos del macrismo en la zona sur de la ciudad. El ataque y la destrucción del espacio público, como espacio de encuentro, como espacio comunitario forma parte de los “cambios” que impulsa el gobierno, enrejando parques, fomentando la exclusión, la marginación y expulsión de miles y miles de personas de clases populares que no tienen lugar en el proyecto de ciudad y de sociedad que el gobierno del PRO intenta imponer en la ciudad.
Contra esto luchamos y reafirmamos nuestras convicciones y principios. Hoy más que nunca, entendemos que esta clausura no es una simple cuestión legal, una cuestión de normativa, ni de habilitación, sino que por el contrario lo que se disputa es el sentido que le damos a la cultura. Una cultura para la dominación o una cultura para la transformación y para la liberación social. Es una disputa de sentidos, política donde se juega futuro que queremos. Así la entendemos nosotras y nosotros. Creemos que son los pueblos los que hacen su cultura y su historia, y es por eso que nos organizamos y luchamos para que los espacios culturales autónomos continúen creciendo y fomentando una cultura que realmente sea popular y emancipadora.
Casa de la Cultura Com(p)adres del Horizonte